La pizarra es una roca metamórfica homogénea de grano fino formada por la compactación por metamorfismo de bajo grado de lutitas. Se presenta generalmente de color opaco azulado oscuro y estructurada en lajas u hojas planas por una esquistosidad bien desarrollada (pizarrosidad), siendo, por esta característica, utilizada en cubiertas y como antiguo elemento de escritura.
Y seguro que no eres consciente de la importancia que tiene en nuestra sociedad. Y más en nuestro país. España es el mayor productor y exportador de pizarra en el mundo, con una cuota mundial en torno al 90 %. Existen importantes yacimientos en El Bierzo, Cabrera (León), Valdeorras (Ourense), Ortigueira (La Coruña), Riofrío de Aliste, Palazuelo de las Cuevas (Zamora), Bernardos (Segovia) y Villar del Rey (Badajoz).
Características
La principal característica de la pizarra es su división en finas láminas o capas, característica conocida como foliación o esquistosidad. Los minerales que la forman son principalmente cuarzo y moscovita. Suele ser de color negro azulado o negro grisáceo, pero existen variedades rojas, verdes y otros tonos.
Dónde se utiliza
En nuestros días, la pizarra está muy presente. La aplicación más común es en la construcción de cubiertas. Como es impermeable, tiene facilidad para ser exfoliada en láminas de tan solo unos milímetros de espesor la convierte en un material idóneo para la confección de cubiertas, siendo este su uso más extendido. La facilidad con que se trabaja la pizarra permite adaptar las losetas a muchos y variados tamaños y formatos comerciales, con lo que se obtiene productos prácticamente diseñados a la medida de cada cliente.
También le permiten adaptarse a todo tipo de superficies, ya sean planas o curvas e independientemente del grado de inclinación; esta facilidad de adaptarse a todas las superficies y sus incomparables cualidades físicas, convierten a este material en la mejor opción como material de cubrición.
Históricamente se han dado otros usos a la pizarra, entre los que cabe destacar los elementos decorativos y el arte funerario.
Nos ponemos en contacto con Ardoises Despagne que nos explican cómo vive en la actualidad este sector. “La pizarra es uno de los materiales mas resistentes y estéticos, con sus sutiles variaciones de tonalidades y texturas. Con su estructura natural y sus características versátiles, la pizarra es y seguirá siendo durante generaciones una preferencia natural de arquitectos, diseñadores y constructores”, explican.
Elaboración
Los bloques de pizarra son extraídos de la cantera con ayuda de explosivos y actualmente cortados con hilo diamantado, para luego ser transportados en camiones a las naves de elaboración. Posteriormente son esfoliados en bloques más pequeños que permitirán ser serrados. Una posicionado el bloque en la mesa de serrado, se corta en bloques con forma de paralelepípedos de diferentes dimensiones en función del formato final de la pizarra. Estos bloques se conservan en contenedores llenos de agua en espera del labrado.
Esta operación del labrado se hace manualmente y consiste en abrir el bloque en hojas más o menos finas en funcion de la demanda del cliente. Esta fase de labrado requiere una gran habilidad por parte del operario que la realiza, siguiendo siempre en todas las etapas de labrado o cortado el laminado natural de la pizarra. Luego llega el corte. Esta operación permite dar la dimension definitiva a la hoja de pizarra. Este corte se hace con máquinas manuales de guillotina y actualmente con máquinas donde la hoja de pizarra se recorta automáticamente con unos fresas de disco. El corte es más o menos ancho determinando así uno de los factores estéticos de la pizarra.
Por último llega la selección, que consiste en reunir las pizarras con un mismo criterio previamente establecido. Las pizarras ya recortadas y seleccionadas se colocan verticalmente en palets de madera, listos para el transporte. Estos palets son marcados, indicando la selección, la referencia de la pizarra, las cantidades que contienen etc.
Sostenible
Según una declaración ambiental realizada por la Asociación Galega de Pizarristas (AGP), la pizarra es el producto más sostenible para cubiertas. Comparando la pizarra con otros materiales usados en cubiertas, el fibrocemento y la teja cerámica emiten más dióxido de carbono y consumen más agua y energía en su producción. El sector de la pizarra ha sido el primero en obtener en España la declaración ambiental de producto a nivel nacional.
Además, el sector de la pizarra natural ha sido el primero en obtener la declaración ambiental de producto a nivel nacional. Un texto que recoge todos los datos ambientales de un producto durante su ciclo de vida: información sobre las emisiones de CO2, la cantidad de agua necesaria para producirlo o el agotamiento de recursos naturales.