La sal marina sin refinar contiene todos los minerales que necesitamos

La sal ayuda a realzar sabores, pero antes debes saber cuál es la mejor, ya que hay muchos tipos de sal en todo el mundo y difieren en sabor dependiendo de cómo ha sido su proceso de evaporación. Los cocineros apuestan por la sal porque también puede influir en la textura, conservación, color o fermentación de los alimentos.

Desde ABC informan que «con una historia que arranca hace más de dos siglos, cuando los hebreos la usaban como ofrenda en sacrificios y ceremonias y los romanos como conservante de alimentos y retribución al trabajo bien hecho (de ahí los términos salario y asalariado). De esta época se conservan todavía hoy restos salineros en todo el mundo, que alguno sigue en funcionamiento hoy día».

La sal marina procede de la evaporación del agua del mar y posee diferentes propiedades naturales que podemos aprovechar. Además, contiene una gran variedad de minerales tales como: magnesio, calcio, bromo, potasio, azufre, boro, estroncio, sulfato, carbono, flúor, fósforo, hierro y yodo. La sal marina contiene todos los minerales que necesitamos y aporta muchos beneficios a la salud. Debido a la deshidratación, se pierden muchos minerales y nos sentimos más cansados, pero la sal marina repone todos los que hemos perdido.

El agua del mar se va evaporando lentamente por la acción del viento y el sol, por lo que cristaliza la sal en la superficie. Esta sal es recogida por un sistema mecánico, pero los expertos no emplean ningún tipo de proceso que altere su naturaleza y composición química original. Su textura es crujiente y gruesa, y se utiliza con frecuencia en la cocina pero también se emplea en diferentes industrias. Un dato muy curioso es que de los 60 millones de toneladas de sal que se producen en Europa, entre el 2 y el 3% son de sal marina.

¿Por qué la sal marina es más saludable que la refinada? Esa es la pregunta que le hicimos a la empresa Humanes Guillén Eurosal, experta en distribuir sal marina sin refinar de gran calidad a empresas y particulares, y ellos nos explicaron que es completamente natural y no ha sido tratada químicamente a diferencia de la refinada.

Cada vez más organismos e instituciones apuestan por la sal marina porque su producción es sostenible y por sus características organolépticas. Es importante saber que cada tipo de sal se puede usar en diferentes aplicaciones, ¡sigue leyendo!

Consumo alimentario

La sal refinada puede causar problemas como la hipertensión, endurecimiento de los vasos sanguíneos, sofocos, molestias menstruales, dolores en rodillas y riñones, sensación de agotamiento, etc. Sin embargo, la sal marina sin refinar ayuda a liberar el agua retenida, favorece el funcionamiento de los riñones, eleva la vitalidad, favorece la concentración y mejora el drenaje de toxinas.

Incluso, tiene la capacidad de actuar como antiinflamatorio, aumentar la circulación y proporcionar los nutrientes que le faltan a nuestra dieta. Es más intensa en sabor, por lo que se utiliza menos sal en los platos. También ayuda a liberar el agua retenida, favorece la generación de jugos gástricos y mejora la concentración.

Piscinas marinas

Muchas personas prefieren tener piscinas de aguas saladas en sus jardines, ya que la cloración salina puede sustituir al cloro químico, por lo que desinfecta, es respetuosa con el medio ambiente y no emplea sustancias perjudiciales ni contaminantes.

La cloración salina no tiene ese olor característico de las piscinas de cloro y es un sistema sencillo que se instala sin complicaciones. Este sistema es respetuoso con la naturaleza y más económico, porque no tendrás que utilizar productos químicos para limpiar el agua y esto puede suponer un ahorro de hasta el 80% en el mantenimiento de la piscina. Además, el agua no sabe a sal, porque la concentración de sal es muy baja, es decir, menos de un 10% que la del mar.

Agricultura y ganadería

La sal se utiliza en la agricultura como aditivo para la conservación de los forrajes frescos, pero también se emplea en la ganadería para alimentar a los animales porque en ocasiones los pastos no contienen la sal suficiente.

Carreteras

La sal marina sin refinar evita la formación del hielo en carreteras y suelos, ya que es perfecta para derretir la nieve. Es la opción más ecológica y natural que existe, porque aporta un alto contenido en cloruro sódico y un bajo contenido de sulfatos corrosivos para el asfalto.

Ya sabemos que la sal marina es un producto natural generado a partir de una materia prima natural, y de la acción del viento y el sol. Si incluyes este tipo de sal en tus platos disfrutarás de numerosos beneficios porque es un producto sostenible y sin aditivos. Es importante apostar por el consumo de sal marina para así apoyar una actividad respetuosa con el medio ambiente y contribuir a la conservación de oficios tradicionales.

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