El reino animal, inteligencia infinita

Es impresionante lo inteligentes que pueden ser algunos animales, pero lo más curioso de esto es que a nosotros (a mi incluida) nos sorprenda pues en el fondo todos sabemos que el homo sapiens es la evolución del simio, y por ende, nosotros también ganamos en inteligencia con el correr de los siglos y con algo de ayuda de la evolución al más puro estilo darwiniano.

La semana pasada conocí a un perro que es capaz de detectar las bajadas de azúcar de su dueña, una niña de 5 años con problemas de diabetes bastante graves, y todo gracias a su astucia, su olfato y su intuición. Lógicamente, este animal lleva detrás un entrenamiento impresionante que, según  Perros Terapéuticos, puede ser de años de trabajo, pero aun así, si el animal no fuera lo suficientemente inteligente como para entender ciertas cosas, dudo mucho que pudiera llegar a este nivel.

Y es que, hoy por hoy, tenemos una visión de los animales bastante plana pero la realidad es que han evolucionado muchísimo, igual que lo hemos hecho nosotros, y no hay nada escrito que nos diga que no pueden seguir evolucionando.

Las 10 especies más inteligentes

A veces he leído noticias sobre delfines inteligentísimos, simios, perros e incluso hurones. Pero en esos casos hablamos de animales que han sido entrenados para un fin, animales excepcionales, y si algo evoluciona debe hacerlo como especie. Vamos a ver las especies más inteligentes del reino animal.

  • Rata: puede que no sea un animal del agrado de muchos, aunque a mí me parece que los roedores tienen una carita muy graciosa y dulce, pero dejando eso a un lado, la realidad es que la rata es un animal muy inteligente, aunque no nos lo creamos. Son capaces de resolver obstáculos y acertijos complejos, solucionan problemas y muestran conductas difíciles de creer, por eso es uno de los animales más estudiado por los investigadores.
  • Pulpo: Que los pulpos tienen habilidades sorprendentes es bastante obvio, aunque teniendo en cuenta que tienen 8 brazos es fácil pensar que como cazadores deben ser maravillosos. Sin embargo, sus habilidades no quedan ahí, son capaces de enroscar una tapa, jugar, memorizar e incluso aprender. Encuentran las salidas de los laberintos, las aprenden y pueden repetir los caminos sin perderse.
  • Palomas: Siempre me he preguntado cómo “Harry Potter” podía mandar a su búho con una carta a cualquier parte del mundo y conseguir que llegara todo su correo sin perderse. Cosa de magia, lógicamente, pero la realidad es que las palomas ya hacían este trabajo hace muchos años. Reconocen imágenes, se reconocen frente al espejo, aprenden movimientos y diferencian entre dos objetos.
  • Ardillas: su memoria es impecable. Solemos hablar de la memoria de los elefantes pero bien podríamos cambiar el refrán para decir que tenemos más memoria que una ardilla. Para que otros animales no descubran sus escondites de comida, usan técnicas para despistarlos, son astutas e inteligentes.
  • Cerdos: en España nos comemos todo de su cuerpo, y dicen que de lo que come se cría así que igual parte de nuestra inteligencia se la debemos a ellos. Son capaces de adaptarse a distintas condiciones y llevar entrenamientos de aprendizaje, como un perro. Tienen memoria y reaccionan a su nombre asignado. Algunos expertos dicen que su inteligencia es comparable a la de un humano de tres años de edad.
  • Cuervos: tienen mala reputación en el cine, sobre todo en películas de fantasía, pero los cuervos son aves con las que se puede jugar, de hecho se les puede domesticar y aprenden rápidamente. Por ejemplo, son capaces de reconocer los cambios en el semáforo para poder bajar, cuando la luz es roja, para dejar nueces en el suelo con el fin de que, al ponerse el semáforo en verde, los coches de circulen por la calzada rompan la cáscara y en el siguiente semáforo puedan bajar a comerse el fruto.
  • Elefantes: y aquí llega el famoso animal de la gran memoria, pero hay mucho más. Los elefantes pueden aprender muchísimas cosas y su cariño por los humanos que lo tratan correctamente es tan grande que hay cientos de historias de elefantes que salvan la vida a sus propietarios.
  • Orangutanes: se comunican, y no a base de sonidos inconexos, lo hacen con un sistema de comunicación que nosotros no somos capaces de comprender. Por eso, son capaces de resolver problemas entre dos, presentan lazos sociales y son capaces de aprender habilidades motrices.
  • Delfines: sociables y amigables, tienen su propio sistema de lenguaje y son capaces de usar herramientas que encuentran por el océano para solucionar sus problemas. Aprenden rápidamente y por eso, además de para shows en parques acuáticos (qué pena) sin usados por la milicia para detectar bombas y espiar a los enemigos bajo el agua.
  • Y, por último, el chimpancé: usan las herramientas, cazan colectivamente mediante la organización, aprenden lenguajes de deñas para comunicarse con los humanos y son capaces de recordar a personas y situaciones aunque pasen muchos años, y los más sorprendente es que pueden aprender a usar máquinas tecnológicas básicas y usarlas sin ayuda.
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