Los beneficios que proporciona el jamón ibérico para la salud de las personas son evidentes. En España está claro que este producto es una gran seña de identidad y de lo más popular entre todo tipo de personas, pero no siempre sabemos cuáles son realmente los beneficios de la ingesta de este producto tan nuestro.
¿Diferencias entre el jamón ibérico y el serrano?
Cuando hablamos de diferencias, lo que hay que tener primero más claro es, como dicen los expertos productores de iberjagus.com es que las fundamentales provienen de la raza del cerdo en cuestión. En el caso del jamón serrano provienen del cerdo blanco y en el caso del ibérico son cerdos de la denominada raza ibérica. Debemos tener claro que a la hora de ser alimentados, no tienen la misma alimentación, lo mismo que tampoco lo son en cuanto a la elaboración de los mismos.
El cerdo ibérico, contrariamente al serrano, lo que hace es alimentarse con piensos ricos en ácido oleico. Dentro de los ibéricos nos podemos encontrar con distintas categorías, lo que va a depender de si los alimentan con bellotas, cebo o cebo de campo.
En el tema de la elaboración, debemos conocer que el proceso en el que se produce el curado del jamón ibérico es bastante más dilatado que la del jamón serrano. El proceso a la hora de ser elaborado se hace de una forma bastante más artesana que lo que sucede con el serrano, lo que hace que pase por distintas fases.
¿Qué beneficios son los que tiene el jamón para la salud?
El jamón ibérico de bellota tiene grandes cantidades de ácido oleico. Lo que hace es ayudar a los niveles de colesterol en la sangre, lo que ayuda a que aumente el bueno y se reduzca el malo.
Hay estudios de carácter científico que dicen que ayuda al estado del colesterol en la sangre, pues aumenta el bueno y se reduce el nocivo.
Hablamos de que es una enorme fuente de vitaminas y de ácido fólico, que ayudan a que funcione correctamente el cerebro y nuestro sistema nervioso.
Por otra parte, con la presencia de la vitamina E, además del ácido oleico, realiza una gran labor en materia antioxidante.
En el terreno de las grasas, los jamones ibéricos de bellota tienen una grasa mucho más sana, algo que en buena medida se debe a cómo se alimenta el cerdo, puesto que como se alimenta solo con bellotas, tiene una mayor riqueza en ácido graso saturado que el resto de los cerdos.
Con ello es posible padecer enfermedades de carácter cardiovascular, por lo que se fortalece al corazón.
Es un alimento de digestión sencilla gracias al proceso en el que se cura, puesto que se produce una reacción de carácter químico denominada proteólisis, que ayuda a su digestión.
¿Cómo se puede distinguir un jamón de buena calidad?
Como protagonista principal podemos hablar del cerdo ibérico. Hablamos de una raza de carácter autóctono que por el paso de los años fue desarrollando una serie de diferentes características que lo hacen más especial.
Son unos animales que podemos ver cómo se crían en las dehesas, de tal manera que pueden ir pastando de forma libre y hacer su necesario ejercicio, lo que hace que sea un extra al producto final, especialmente si lo comparamos con otros cerdos que se crían en regímenes no extensivos.
En los jamones ibéricos los hay de distintas categorías, dependiendo del origen y de la alimentación que tenga el animal, por lo que quedarán marcados con un código de colores. La etiqueta blanca es usada cuando el cerdo es ibérico, pero se debe criar en cautividad y mediante piensos. La etiqueta verde deja claro que el animal tiene raza ibérica y que ha estado pastando de manera libre en la dehesa, complementando la alimentación mediante pastos de origen natural.
Si vamos a la etiqueta roja, debemos saber que la misma, lo que hace es identificar a los jamones de cerdos que son de tipo mixto y que se criaron mediante bellotas. La etiqueta negra por ejemplo, es la que es reservada para los productos que tienen buena calidad, los tan famosos de pata negra y que vienen de cerdos ibéricos que han sido alimentados con bellota de la mejor calidad.
Estamos ante un producto que se ha merecido a lo largo de los años su merecida fama, pero que no siempre se conoce tanto como debería, por lo que merece la pena detenerse en él y saber mejor lo que compramos, pues así podremos elegir con mayores probabilidades de acierto y no habrá lugar a errores.