Después de viajar por toda Europa no me cabe duda de que Suecia es el país que más me gusta, no solo por la belleza de sus paisajes, desde los paisajes más fríos en el norte, a los más campestres y a las islas de Estocolmo.
Es un país con mucha historia, historia que puedes admirar en cada rincón, en su arquitectura, tan bien conservada.
Por otra parte, es cierto que no es un país caro, pero teniendo la información adecuada se puede sacar mucho partido de la visita hasta si se cuenta con un presupuesto más bien ajustado.
Eso sí, no voy a negar que lo menos agradable, en caso de viajar en invierno, es el frío que hace…y las pocas horas de sol.
En mi caso, fui bien preparada, y os aconsejo que, si pensáis visitar Suecia, una de las mejores inversiones que podéis hacer es llevaros una maletita llena de ropa térmica, sobre todo si entre vuestros destinos predilectos está Laponia.
Lo cierto es que llevarme ropa térmica me salvó la vida, y es que para algunos de los destinos y actividades que quería hacer fue una de las claves del éxito de mi viaje.
Me hice con un buen surtido de pantalones y camisetas térmicas en Marianssport, una tienda online especializada en ropa de deporte, que cuenta con un variado catálogo de ropa térmica.
Esta es, sin duda, mi principal recomendación para visitar los países del Norte, así es, lo mejor es ir bien preparados para hacer frente a las bajas temperaturas. De este modo no tendremos ningún problema para disfrutar de cualquier país escandinavo.
Sitios que no pueden faltarte en una visita a Suecia
Entre los muchos destinos y lugares que no te pueden faltar si visitas Suecia es ir a uno de los mejores museos del país, el Museo Vasa.
Museo considerado una de las maravillas de Suecia y donde se encuentra uno de los monumentos turísticos más visitados del mundo, un gran buque de guerra que data del S XVIII.
Este navío de guerra fue construido para mostrar la grandeza de Suecia pero irónicamente el gran buque zarpó desde el puerto de Estocolmo en 1628 para irse a pique a poco tiempo de zarpar.
Lo bueno es que este verdadero tesoro artístico se ha podido recuperar para su exhibición en este museo. De hecho, se ha convertido en uno de los monumentos turísticos más visitados del mundo.
Otra de las cosas que uno no se puede perder en Suecia es la visita al Archipiélago de Estocolmo. Realmente vale la pena gastar un poco y coger el barco que sale de Estocolmo a las diferentes islas cercanas a la capital sueca.
En verano se convierte en una verdadera atracción turística pues los propios suecos lo eligen como destino predilecto para su tiempo de ocio, ya sea para ir en barca o para pasar la noche en esas pequeñas islas del archipiélago.
Otro de los destinos más interesantes se encuentra al norte del país, donde empezamos a encontrarnos el paisaje tan característico de la tundra propio de esta región conocida como Laponia.
En esta región es donde se encuentran los “Sami”, una tribu indígena de Suecia que siguen construyendo sus hogares en la nieve. Es una zona en la que podemos ver renos, hacer esquí y conocer el ártico.
Por último, no puede faltarnos una visita al Hotel de Hielo, que se encuentra muy al norte del país.
Este hotel fue construido durante los meses de invierno. Básicamente, se trata de un enorme iglú. Todo es de hielo en este hotel, el baño, la sala de estar y hasta cuando te vas a dormir lo haces en una cama de hielo.