El número de familias con dificultares para tener hijos se ha visto incrementado en estos últimos años de manera vertiginosa. Son muchos los matrimonios de entre 30 y 40 años, e incluso de mayor edad, que quieren tener hijos y se han encontrado con un problema de fertilidad que les ha obligado a acudir a las clínicas reproductivas privadas o a la Seguridad Social en busca de un milagro que en muchas ocasiones consiguen y que otras sólo se queda en intentos fallidos.
IVI, Bernabéu, Clínicas Eva… son cientos las clínicas especializadas en reproducción asistida en España y miles los nacimientos de niños nacidos por diferentes métodos reproductivos al año: inseminación artificial, fecundación in vitro, donación de óvulos, método ropa… las técnicas son cada vez más variadas, dan mayores y mejores resultados y están más avanzadas, pero en todos los casos siempre hay un denominador común: se suele necesitar la colaboración de un ángel.
“Ángeles”, ese es el nombre que muchos padres dan a los donantes que han hecho posible la vida de sus hijos y a los que tienen siempre presentes de alguna manera. Pedro Gómez, padre primerizo desde hace dos meses, asegura que el donante de semen que dio vida a su pequeña Inés es la persona que ha hecho posible el milagro y, por ello, le estará siempre agradecido, sea quien sea.
Sin embargo, mientras que donantes de semen no faltan, hay más demanda de óvulos que donantes y en parte, según el experto Ralias del Castillo, es por culpa del miedo que provoca el proceso de extracción de los mismos. Un miedo infundado pues la donante no siente ningún dolor y las molestias posteriores son mínimas. La clínica IVI explica muy bien el proceso de donación de óvulos en su página web, en ella nos aseguran que la donante está sedada en el momento de la extracción y que, por tanto, no siente dolor ninguno.
Se necesitan ángeles
Rebeca, que acababa de cumplir 18 años cuando conoció la posibilidad de convertirse en donante de óvulos, cuenta ahora con 22 y ya ha donado hasta en cuatro ocasiones porque, según ella, “es la manera más maravillosa que tenemos las mujeres de ayudar”.
No es fácil encontrar nuevas donantes, ni es fácil que superen todos los exámenes genéticos a los que se las someten. De las quinientas candidatas que acudieron a la clínica Tambre en 2016, sólo 100 pasaron el corte.
Según el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, Agustín Ballesteros, la demanda de óvulos se ha convertido en un problema serio pues es mucho mayor que el número de donantes y la cantidad de mujeres que necesitan de una donante para lograr un embarazo es mayor cada año. La ovodonación puede suponer un 20% de los ciclos de reproducción asistida que hacen en España, en parte por culpa de la edad a la que se buscan los embarazos, que cada vez es mayor.
¿ Y tú, quieres ser el ángel de alguna familia?