Los trabajos verticales o trabajos en altura son aquellos que se efectúan en el tejado o fachada de un edificio con el trabajador sujeto por un arnés y colgado de cuerdas que penden de la azotea. Han demostrado ser una alternativa para efectuar tareas de obra y mantenimiento de una manera rápida y a un menor coste que por otros procedimientos.
En los años 90, irrumpieron en nuestro país los trabajos verticales para pintar fachadas, cambiar tubos bajantes o colocar una chimenea sin necesidad de tener que montar un andamio o presentarse en el lugar con altísimas escaleras o aparatosas grúas. Por aquel entonces era una novedad. Parecía un trabajo de gente extraña con un alto nivel de peligrosidad. Costó que se hicieran un hueco en el sector de la construcción. Con el tiempo se vio que se obtenían resultados tan buenos como los que se conseguían por los medios habituales y eran menos costosos.
En estos 30 años, las medidas de seguridad para este trabajo han aumentado considerablemente. Hoy es una opción demandada por muchas empresas. Algunas empresas de Alicante que hemos consultado contratan a Traltur, una cooperativa de trabajo asociado especializada en trabajos en altura, para efectuar tareas de mantenimiento en sus edificios.
Veamos en qué consisten estos trabajos y cuáles son sus ventajas.
Los trabajos verticales más demandados.
Tras consultar algunas empresas del sector, hemos llegado a la conclusión de que estos son algunos de los trabajos en altura más demandados:
- Limpieza de Fachadas y Mantenimiento de Edificios:
Limpieza de ventanas, eliminación de grafitis, inspección y reparación de fachadas, instalación y mantenimiento de sistemas de anclaje.
- Trabajo en Torres de Comunicación y Antenas:
Instalación y mantenimiento de equipos de telecomunicaciones, antenas y cables en torres de comunicación y estructuras similares.
- Reparación y Pintura de Puentes y Estructuras Elevadas
Inspección, reparación y mantenimiento de puentes, viaductos, pasarelas y otras estructuras parecidas.
- Instalación y Mantenimiento de Energía Eólica:
Montaje, mantenimiento y reparación de aerogeneradores en parques eólicos. Esto puede incluir la sustitución de piezas, inspecciones y trabajo eléctrico en altura.
- Inspección de Estructuras Industriales:
Realización de inspecciones visuales y técnicas en estructuras como torres de agua, chimeneas, tanques de almacenamiento, silos, etc. Esto puede involucrar evaluaciones de seguridad, corrosión e integridad de la estructura.
- Trabajo en Torres de Enfriamiento y Equipos Industriales:
Mantenimiento y reparación de torres de enfriamiento, intercambiadores de calor y otros equipos industriales en plantas químicas, petroquímicas y de energía.
- Restauración de Monumentos y Patrimonio Histórico:
Restauración de edificios históricos, monumentos y estructuras arquitectónicas. Esto implica la limpieza, reparación y conservación de elementos ornamentales.
- Trabajo en Espacios Confinados y Verticales:
Acceso a espacios como pozos, silos y tanques, donde las condiciones son restrictivas y a menudo requieren técnicas de cuerdas o plataformas suspendidas.
Cómo se hace el trabajo.
La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo estableció en su día una serie de pautas para efectuar los trabajos verticales. En la actualidad este trabajo está regulado por el Real Decreto 2177/2004, en el que se establecen las medidas mínimas de seguridad para efectuar los trabajos temporales en altura.
Para empezar, el trabajador debe utilizar dos cuerdas independientes. Una que le permite subir y bajar por toda la superficie vertical, y apoyarse para realizar su tarea, llamada cuerda de trabajo, y otra que le sirve de medio de protección, y que le impedirá caer al suelo, conocida como cuerda de seguridad.
El trabajador está conectado a las cuerdas por medio de un arnés que dispone de al menos 5 puntos de anclaje. El arnés cuenta con varios dispositivos. Por ejemplo. Para conectarse a la cuerda de trabajo, cuenta con un mecanismo de descenso que permite breves movimientos de ascenso y un seguro que evita que se vaya deslizando por la cuerda. La conexión con la cuerda de seguridad se efectúa por medio de un dispositivo anti-caída, completamente independiente del resto de anclajes.
Para efectuar sus tareas de trabajo (fontanería, albañilería, limpieza, mantenimiento, etc.), el trabajador permanece completamente suspendido, sentado sobre un asiento integrado al arnés y conectado a la cuerda de trabajo.
El aspecto más importante de este trabajo es la seguridad. Por eso, antes de comenzar el trabajo, cada día, se revisa todo el equipo, así como los puntos de anclaje. Un elemento fundamental son las líneas de vida. Elementos que evitan que la caída se produzca a distinto nivel o que retienen al trabajador en caso de que termine cayendo. Las líneas de vida pueden ser fijas, y requieren una revisión periódica. Todos los dispositivos anti-caída están certificados tanto por el fabricante como por el instalador. Lógicamente, los puntos de anclaje al edificio para la cuerda de trabajo y para la cuerda de seguridad son independientes.
Ventajas de los trabajos verticales.
La mutua de accidente de trabajo Asepeyo publicó un documento en el que recogía los principales beneficios de este tipo de trabajos. Estos son algunos de ellos:
- Es eficaz y seguro. Es uno de los trabajos en los que más se extreman las medidas de seguridad. Diariamente, se comprueban todos los dispositivos y nunca se deja nada al azar. Por otro lado, permite acceder a lugares y rincones donde por otros medios sería complicado, obteniendo unos resultados de trabajo óptimos.
- Es versátil y adaptable. Un trabajador en altura formado puede trabajar tanto en una torre eólica como en la fachada de un rascacielos. Hoy puede hacer trabajos de fontanería y mañana de pintura o limpieza de una fachada. El equipamiento es adaptable a diferentes circunstancias.
- Ocasiona pocas molestias. Al ser equipos poco aparatosos que se instalan y desinstalan rápidamente, ocasionan pocas molestias a las personas que viven o trabajan en el edificio.
- Un trabajo de fácil aplicación. Tal vez lo más complicado es colocar los puntos de anclaje sobre los que penden las cuerdas, pero siempre es más sencillo que montar un andamio o instalar una grúa.
- Rápido en el montaje y desmontaje. Este es otro de los beneficios de los trabajos verticales. Requiere menos preparativos y, por tanto, permite efectuar los trabajos con más rapidez.
- Puede ser un trabajo principal o complementario. Con frecuencia, las empresas constructoras recurren a trabajadores en altura para terminar ciertas tareas. Por ejemplo, una empresa que se encarga de la rehabilitación de un edificio histórico y que no puede acceder a determinadas zonas de la fachada contrata a trabajadores en altura.
- Un trabajo especializado. Cualquier operario no puede realizar este trabajo. Necesita una preparación previa. Además, requiere determinadas características físicas, no puede ser una persona con vértigo o que no sepa moverse en altura. Muchos de estos trabajadores vienen del mundo del deporte, como el alpinismo, el barranquismo, la espeleología o la escalada.
- Integra la prevención. En esta actividad, una de sus principales herramientas de trabajo es su equipo de protección personal. Esto refuerza la seguridad en el trabajo.
A estas ventajas señaladas por Asepeyo habría que añadirle, una más, su coste. Desde luego es un servicio más económico que el mismo trabajo efectuado mediante otros sistemas. Imagínate que estás pintando, limpiando o restaurando una fachada y necesitas montar un andamio para efectuar el trabajo. De entrada necesitas alquilar el andamio. Después hay que montarlo antes de empezar y desmontarlo al terminar. Estos son horas de trabajo que encarecen la factura. Instalar los elementos de seguridad de los trabajos verticales es más barato que el alquiler de ciertos andamios y requiere menos tiempo.
Precisamente, la rapidez en el trabajo y su coste reducido son dos de las razones por las que los trabajos verticales han terminado siendo tan solicitados.