Muchas veces al vivir en una gran ciudad, no nos damos cuenta de las consecuencias de exponernos a niveles tan altos de contaminación acústica.
De hecho, la contaminación sonora es un problema que afecta a muchas capitales y ciudades importantes del mundo. Entre las ciudades más ruidosas están Tokio, Nagasaki, Nueva York, Buenos Aires, Hong Kong, Sao Paulo y, no muy lejos de esta lista se encuentra Madrid.
El tráfico es una de las principales fuentes de contaminación sonora en estos lugares donde habitan millones de personas. La OMS define el ruido como todo sonido desagradable que cause efectos nocivos en la salud de las personas, por eso es tan grave la polución sonora.
Por otra parte, el límite tolerable de ruido al que las personas pueden estar expuestas, sin que esto les suponga efectos negativos son 65 decibelios, más allá de este valor comienzan a aparecer molestias, síntomas y problemas de salud.
Empecé a tomar más consciencia de esta realidad cuando yo misma experimenté una cierta disminución de mi audición.
Al principio no me daba cuenta, pero, con el tiempo y sobre todo cuando iba a visitar a mis padres lejos de la gran ciudad empecé a notar ciertos problemas de audición. Mis padres me alentaron para comprobar que no estaba perdiendo audición y me dijeron que visitara a especialistas en audición.
Visité Gaesivsordera, se trata de un centro con audioprotesistas que realizan revisiones auditivas y las pruebas auditivas pertinentes para verificar la buena salud auditiva del paciente o, en caso de lo contrario, estos profesionales detectarán la posible pérdida de audición o hipoacusia aconsejando, en este caso, sobre el tipo de audífono y ayuda auditiva más adecuado para cada problema.
Efectivamente, tras hacerme las pruebas pudieron comprobar que había perdido algo de audición. No daba crédito a que probablemente el simple hecho de vivir en una gran ciudad podía ser la causante, ya que no había muchas otras opciones que lo explicaran si no se debía al hecho de verme expuesta a tanta contaminación acústica por vivir en una ciudad con mucho tráfico.
Plan de Viaje: Los Lugares más Silenciosos del Mundo
Fue así como llegué a la conclusión de querer hacer un viaje, un tanto, diferente. Mi novio llevaba mucho tiempo diciéndome de ir a Tokio o a Nueva York, pero tenía una propuesta, un poco diferente que hacerle.
De hecho, tras saber de mi pérdida de audición empecé a hacer bastantes cambios en mi vida. Entre ellos, mudarme a una zona de las afueras de la ciudad mucho más tranquila y, sin apenas ruido. Otra de las cosas que cambié fue nuestro destino de viaje. Tras comentarle mi caso a mi novio y mi idea de visitar los lugares más silenciosos del mundo me puso una cara de grata sorpresa.
Y es que, aunque nunca lo había pensado le parecía una idea de viaje muy diferente y que podía ser incluso mejor que ir a las típicas grandes ciudades abarrotadas de gente y tráfico.
Entre los lugares más silenciosos del mundo se encuentra Yap, una isla de la Micronesia del Océano Pacífico, que es el mismo paraíso en la tierra. Arenas blancas, mar azul y transparente y palmeras. De hecho, en esta isla apuestan por la tranquilidad como forma de vida.
La verdad, es que Yap era un destino de viaje muy atractivo y estaba a la cabeza de nuestra lista.
Otro era Asolo, una ciudad italiana que ofrece el escenario ideal para entregarse al relax. Nada de rascacielos, ni ruidos de automóviles. Un paisaje repleto de colinas verdes y calles empedradas, además de ser una zona conocida por sus magníficos castillos medievales. Lo único que se escucha en este paraje italiano de ensueño son los pájaros cantores y los zumbidos de los insectos.
De hecho, al estar tan cerca y ser más asequible como destino, Asolo se convirtió en nuestra primera opción turística en nuestra ruta por los lugares más silenciosos del mundo.
En nuestra lista tampoco podían faltar La escalera de Noruega, se trata de la carretera natural como más curvas del mundo, toda una escalera natural rodeada de montañas y considerada por los lugareños como un camino hacia la tranquilidad.
Este sería nuestro siguiente destino, además de que Noruega estaba ya en mi lista hace tiempo, junto con Islandia con sus paisajes marcianos, inhóspitos y, sobre todo, ese maravilloso remanso de tranquilidad y silencio con grandes noches llenas de estrellas.