Todo el mundo ha oído alguna vez hablar de la henna como remedio natural para teñir el pelo. Aunque hacia años que no había vuelto a escuchar esta palabra, siempre ha sido asociada al mundo árabe, al culto que las mujeres hacen de su belleza aun sabiendo que solo van a mostrarla en privado. Henna era y es, sinónimo de teñirse el cabello y de tatuarse la piel de forma no agresiva y temporal. Al menos, así lo recuerdo yo de mis tiempos mozos.
Tras la invasión de los tintes de todo tipo a la que estamos sometidos en la actualidad, la henna quedó relegada a las mas naturistas y que menos daños querían causar a su cabello sin renunciar a su color natural. Ahora, de la mano de Lovely Lashes, profesionales y expertas en todo lo referente a la belleza de los ojos (pestañas y cejas sobre todo), la henna sufre un revival. Por esa razón, vamos a dedicar este post a hablar de la henna, sus orígenes, sus virtudes, sus usos… lo que se nos ocurra para adentrarnos en la cultura de este particular producto que hoy, vuelve a estar de actualidad. Eso sí, antes de nada, hay que tener en cuenta que para aplicar cualquier tipo de cosmético es de vital importancia tener un cuidado especial en la zona, en este caso, el contorno de ojos. Lovely Lashes recomienda este serum para el contorno de ojos.
Para empezar, debemos conocer que la henna es también conocida como alheña, y consiste en un tinte natural que procede de las hojas de un arbusto. Este arbusto cuyo nombre es un tanto raro se conoce como Lawsonia Inermis y tiene un color marrón o rojizo, se entiende que según su variedad y se utiliza de forma frecuente en países de oriente próximo como India, Pakistán, Irán o África.
Un poco de historia no viene mal
Los datos que deja la historia, sitúan a este producto en la Edad de Bronce. Por aquellos tiempos lejanos y mas que remotos, ya se utilizaba como tinte para la piel el pelo, las uñas, el cuero procedente de los animales, la seda o la lana.
Un poco mas recientemente, en el Reino de Granada, se cultivó porque la tradición mora apreciaba mucho este arbusto y las propiedades que ofrecía. Los moros que vivían en Granada, tenían con la henna sus cabellos y aderezaban sus rostros dándoles un toque de color. Era una práctica habitual tanto en hombres como en mujeres. Los cristianos, prohibieron su uso a los moriscos a quienes convertían forzosamente ala cristianismo que, condenaba este tipo de conductas. La conquista de Granada llevada a cabo por los Reyes Católicos, prohibió la henna por se uno de los signos distintivos más característicos de los moriscos. Tras su expulsión de España, la henna dejo de cultivarse en el país.
En la actualidad, son numerosas las partes del mundo que utilizan la henna de forma tradicional en sus festivales y celebraciones de carácter religiosos. Muchas culturas, la utilizan por igual como ornamento nupcial. Mujeres de países como Sri Lanka, Nepal, India y en general de origen hindú, hacen gala de las virtudes de este producto natural en todos los eventos y ocasiones festivas que se celebran. Ya sean bodas o ceremonias de carácter religioso tradicional, la henna esta presente en rostro, cuerpo y cabellos.
Durante más de cinco mil años, la aplicación de este producto natural sacado de un arbusto, ha sido sinónimo de buena suerte y salud. Generaciones y generaciones de mujeres han utilizado la pasta hecha principalmente con las hojas y peciolos triturados de la planta y mezclada con aceites esenciales, para cubrir sus pies y manos con diseños que abarcan desde simples formas hasta patrones de intrincadas formas geométricas. Con estos tatuajes diseñados con un fin, pretendían alejar el mal y atraer las buenas energías.
El uso de la henna era doble: protector y decorativo.
Desde hace milenios, la henna ha sido utilizada por las mujeres hindúes para dar color y aportar belleza a sus cabellos. La aplicación de la misma, proporciona un brillo natural al cabello junto a unos esplendidos matices rojos.
El aporte de beneficios al cuero cabelludo se traduce en un pelo más brillante, con mayor volumen y cuerpo y más fácil de desenredar.
Por otro lado, es un potente antimicótico, es decir, protege de cierto tipo de hongos que agreden al cuero cabelludo y conserva en perfecto estado cueros, telas y repele los insectos.
Como de este arbusto se aprovecha todo, al parecer como pasa con el cerdo, las flores se han utilizado desde la antigüedad para elaborar perfumes.
Usos más habituales que se le da a la henna
Uno de los usos más conocidos que se le ha dado a la henna es para hacerse tatuajes. La ventaja de este frente a los de tinta, es que se trata de un método indoloro y no produce ningún tipo de reacción alérgica en la piel si se utilizan los componentes adecuados.
La henna que se aplica en la piel a modo de tatuaje, solo penetra en las células muertas del estrato cutáneo. La duración del tiente en la piel dura unos pocos días, por lo que no es para siempre y varía en función del del pH, el grosor de la piel, etc. Según la zona donde se practique el tatuaje, su duración pude ser mayor o menor. Siendo los más duraderos los que se realizan en las palmas de las manos o las plantas de los pies, por ser zonas de piel mas gruesa y carecer de grasa.
Aplicar aceites de té, oliva, coco o sésamo, puede contribuir a prolongar la vida del tatuaje. Se trata por lo tanto de un tipo de tatuaje destinado a embellecer la piel durante un breve periodo de tiempo.
De su uso como tinte para el pelo, como ya hemos mencionado, se obtienen numerosos beneficios. Tratándose como se trata de un producto totalmente natural, las contraindicaciones son pocas. La henna para teñir el cabello es similar a la arcilla y cien por cien vegetal. No cuenta con ningún añadido químico y su uso evita los efectos dañinos que produce un tinte convencional.
Las propiedades de un tinte de henna son las siguientes:
- No decolora el cabello, ni es necesario hacerlo, evitando estropearlo y dañarlo más de la cuenta.
- Aporta un color muy natural al cabello, lejos de la artificiosidad de los tintes convencionales.
- Dota el cabello de mayor grosor y fortaleza, por lo que es muy aconsejable su uso en personas con el cabello fino y quebradizo.
- Aumenta su brillo y cubre las canas.
- Su duración es de aproximadamente tres meses y va desapareciendo de forma natural por lo que no se aprecia un cambio brusco en la apariencia del cabello.
- Su color natural aporta un tono rojizo al cabello, sin embargo, se comercializa mezclado con otras plantas, de esta manera se amplia el catalogo de colores que puedes obtener con el tinte de henna.
- Existe un tipo de henna neutra, es decir, no aporta color, esta se utiliza como mascarilla.
- No hay limite de uso, la frecuencia de aplicación puede ser mayor o menor ya que no causa daños.
Si aun no te has convencido de los beneficios, aun existen algunas ventajas más frente a los tintes convencionales. La ausencia de amoniaco y peróxido (agua oxigenada para los amigos), evita daños como los que el uso continuado de estas dos sustancias químicas, presentes en el tinte convencional, causa. El uso prolongado de los mismos, puede desencadenar irritación del cuero cabelludo, caída del pelo y presentar un cabello especialmente fino y quebradizo, estropeado y débil.
Con todas estas cosas a favor, no es de extrañar que la henna, haya encontrado otro nicho en el que crecer. La aplicación de la misma en el diseño de cejas. Este campo, de reciente creación, pues hasta hace relativamente poco el cuidado de las cejas pasaba por la depilación y poco más, ha encontrado en la henna el producto estrella.
Para aquellas mujeres (u hombres) que no se sientan totalmente cómodas o seguras a la hora de hacerse un tratamiento de microblanding, ya se esta imponiendo el diseño de cejas con henna. La efectividad de los resultados, su fácil aplicación y la ausencia de efectos indeseados, es un plus añadido a este producto natural.
Gracias a la henna, se ha creado una nueva técnica de micropigmentación semipermanente, natural y con una amplia gama de tonalidades de pigmentos que permiten la personalización absoluta del color para que sea como el natural.
La aplicación de henna en las cejas, evita el denominado efecto rotulador o maquillaje no deseado de las cejas y aporta un toque natural a las mismas. Por si fuera poco, el coste de un tratamiento de henna es inferior a otros tratamientos utilizados para arreglar las cejas y hacer que parezcan tupidas y perfectas. Se evitan posibles efectos adversos que los productos habituales pueden crear y el efecto desaparece de forma gradual. Como sucede con el tinte del cabello, esa desaparición gradual evita los cambios bruscos de imagen que tan poco nos gusta observar.
Del mismo modo que puedes hacerte el tratamiento con la frecuencia que desees y siempre que lo necesites sin tener que esperar entre sesiones.
Sabiendo todo esto sobre la henna, es de entender que empiece a estar, otra vez, en la cresta de la ola.