Parece que, tras unos duros años de crisis en los que no se concedían apenas hipotecas a quienes querían comprar una casa, el sector de la compra-venta de inmuebles vuelve a despegar, eso sí, gracias al movimiento en el mercado de los pisos de segunda mano. Y es que por mucho que esto mejore, los sueldos de los españoles son cada vez más pequeños o tienen menor poder adquisitivo, por lo que comprar una casa de obra nueva se hace prácticamente imposible para algunos bolsillos, y más todavía para aquellos que apenas tienen ahorros. Lo que no es menos cierto es que comprar una vivienda de segunda mano conlleva otro tipo de gastos para acondicionarla a nuestro gusto. Uno de ellos suele consistir en alisar las paredes y eliminar el tan pasado de moda gotelé que antes se usaba mucho para disimular así las imperfecciones de los tabiques. No se trata, por cierto, de una obra nada barata, pero en función de nuestra pericia podemos intentar hacerla nosotros mismos. Para llamar a los profesionales de
MiPintor, que son los que de verdad saben, siempre estamos a tiempo.